El fin de semana del 18 y 19 de octubre disputábamos una nueva cita del catalan de tierra. Oriol Cañellas, el pequeño Ibiza del Institut Tècnic del Motor y yo nos tomábamos la prueba con muchas ganas. El sábado estuvo todo el día lloviendo y reconocer los tramos con el utilitario fué toda una odisea, habían zonas dónde teníamos que coger carrerilla para poder subir, pero la zona geográfica y los tramos fueron fantásticos.
El domingo de carrera salíamos con ganas, pero justo salir de la asistencia el muelle del desconectador cedía, haciendonos perder un valioso tiempo dentro de la especial que ya no se pudo recuperar. Los tramos eran superdelicados por la cantidad de barro que había y fué la causa de las nombrosas bajas que hubo.
Por eso podemos estar contentos en haber acabado un rallye tan complicado en duodécima posición y primera posición en la N2.
Próxima cita del catalan de tierra el 15 y 16 de noviembre en Mollerussa (localidad donde resido) y a día de hoy no tengo plan para poder correrlo.
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